El Estrecho entre la Dificultad y la Fe
- Lic. Rosalyn Esther Morales
- Aug 16, 2017
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Al iniciar este artículo no sabía por dónde comenzar me gustaría compartirles las bendiciones que he vivido en los últimos días, pero la cuestión del espacio y del tiempo se interponen entre una cosa y otra pero lo que sí es real es que seguimos avanzando gracias a Dios. Estuve un mes dedicada por completo a los negocios de mi Padre Celestial, y como la razón es más que valida detuve el posteo temporalmente, pero aquí estoy otra vez retomando las cosas donde las había dejado.
Lo último que escribí fue acerca de “Los Tres Principios de una Fe que Mueve Montañas”, en esta oportunidad continuaré hablando de la importancia de tener fe para creer lo que Dios hará en nuestras vidas.
Creo con firmeza que necesitamos tener fe para todas las cosas que hacemos en nuestras vidas, especialmente para lo relacionado con nuestra vida espiritual y con la forma en la que nos acercamos a Dios y aprendemos a tratar con El.
Tengo el ejemplo perfecto de una fe sólida, como lo fue la del padre de la fe Abraham. En las escrituras en el libro de Hebreos capítulo 11:17-19 dice; Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía a su unigénito. Habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir.
Estos versículos tienen una gran importancia en nuestro caminar en la fe del Señor, porque Abraham considerado (por padre de muchas generaciones) como cualquiera de nosotros fue probado en su fe y no en una área fácil de asimilar, sino al tener que ofrecer a su propio hijo en sacrificio como un cordero para presentarlo delante de Dios. La realidad no se puede callar, él siempre estuvo muy confiado creyendo en las promesas de Dios conociendo que Él era fiel y soberano para cumplir lo que había prometido.
Es por esto que es muy importante que ejercitemos nuestra fe en Dios y que como el personaje bíblico no permitamos que en ningún momento la duda domine sobre nuestro pensamiento, sino más bien que nos olvidemos como Abraham de nuestro dolor o aflicción y nos entreguemos a confiar en un Dios que es milagroso.
Estas son las enseñanzas bíblicas que nos ayudan a entender que no somos los únicos que estamos siendo probados a través de la fe, sino más bien formamos parte de tantos aquellos que a través de la Biblia fueron probados en muchas ocasiones. Me refiero a hombres y mujeres que fueron probados en su fe obteniendo como beneficio la afirmación de su confianza en aquel que nunca nos decepciona.
Quizás estas atravesando una situación complicada donde sientes que tu fe no está del tamaño del grano de mostaza del que Jesús hablo, pero déjame decirte que mediante las dificultades nuestra fe en Dios se fortalece, es necesario que pasemos por pruebas porque estas serán una escuela que nos servirá para aprender a confiar sin ver nada tangible y a depender absolutamente de nuestro Dios.
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